“ Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.
FRANKLIN, Benjamín
Eso solo lo brinda el hecho de poder convivir, compartir una comida típica, una charla, un saludo afectuoso, la predisposición de abrir la puerta de casa y con ello el corazón, la oportunidad de la creación de lazos que se arraiguen y no se pierdan con el tiempo, es el dar pero al mismo tiempo recibir y así fortificar la esencia humanitaria.
Vivir México es ver el rostro de su cultura que nos permite ser testigos del férreo compromiso de su pueblo, sus murales, sus templos, su estética, sus colores, su arte autóctono, sus ruinas, su enseñanza, ese pantallazo tan necesario y preciado para mi profesión relacionada al arte, al diseño y a la enseñanza.
Considero que experiencias como esta traen consigo un aprendizaje único y en consecuencia debe ser trasladado, mi responsabilidad es el poder transponer lo vivido lo que me permitiría un crecimiento aun mayor, esa satisfacción que muestra el alma cuando no solo se piensa en uno, cuando volcamos en el compartir nuestra propia felicidad.
Buenisimo Paula! Me encantó.
ResponderEliminarTe prometo que no vas a bailar nada en el viaje, yo bailo por vos.
besos! Sil Ares